domingo, 15 de mayo de 2011

¿Buena suerte o mala suerte, quien sabe?

Había una vez un anciano labrador que tenia un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano se acercaban para condolerse con el y lamentar su desgracia, el anciano les repitió: ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?.

Una semana después, el caballo volvió con una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondió: ¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién sabe?

Cuando el hijo del labrador intento domar uno de aquellos caballos salvajes, cayo y se rompió una pierna. Todo el mundo considero esto como una desgracia. No así el labrador se limito a decir: ¿Mala suerte? ¿Buena Suerte? ¿Quién sabe?

Unas semanas mas tarde, el ejercito entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo. Había sido ¿Buena suerte? ¿Mala buerte? ¿Quien sabe?

martes, 10 de mayo de 2011

Julián Torres

Nunca le conocí bien, de hecho cuando yo era niño pensaba que no tenia abuelo por parte de mi mamá, nunca platique con él, cuando lo llegaba a ver solo cruzábamos un par de saludos o de simples palabras y ya. De joven era un hombre fuerte incluso practicaba lucha libre pero la salud y la juventud se acaban y se evaporan como el agua bajo el rayo de Sol, y cuando menos se espera la muerte llega de súbito sin importar nada. Sus hijos jamás se preocuparon por él, o al menos no que yo recuerde, pero a la hora de que la persona muere todos los arrepentimientos sinceros e hipócritas aparecen, con lágrimas y gritos. Esa es una de las razonas por las cuales odio los velorios, detesto a esa gente que grita que le quería mucho al pié de ataúd, pero cuando estaban vivos se peleaban por banalidades y se amenazaban y gritaban palabras de odio. En fin no todos pensamos y actuamos igual.

El martes pasado mi abuelo falleció de una insuficiencia renal, tendido en la cama de un hospital y aunque no compartimos lazos de sangre siento mucho su muerte, espero que su alma este descansando y que su arrepentimiento haya sido a tiempo y sincero.

Descanse en paz Julián Torres.

lunes, 2 de mayo de 2011

Migas con más pan

Cuando yo nací a los pocos días enferme gravemente de tosferina, tanto así que creían que yo moriría, pues los ataques de tos no permitían que respirara, dicen que cambiaba de color del esfuerzo y el dolor, afortunadamente con algunas cosas malas aparecen cosas buenas y gracias a que yo iba a morir no me bautizaron con el nombre de platón y mejor me pusieron Jesús mucho mejor diría yo. Esa fue la primera vez que la muerte “me la pelo.” Unos ocho años después mientras tenía un hielo en la boca llego un amigo para que saliera a jugar con el, yo abri la puerta y cuando lo salude glup… el hielo se atoro en mi garganta y no podía respirar ni tragarme el hielo, mi amigo se asusto y se quedo atónito y rígido como una estatua, yo corrí hasta mi casa y mi abuelita me vio y grito: “CANDE EL NIÑO” mi mamá salió de la cocina me dijo: ¿qué paso chamaco? Creyendo que había hecho alguna travesura o algo así; me estaba poniendo débil, me punzaba la cabeza, me recargue en la mesa mientras mi abuelita rezaba al sr. De Chalma, mi mamá me dio una palmada en la espalda, yo me deje caer en la mesa porque sentía que me desmayaba, mi mamá me dio una palmada mucho mas fuerte sobre la espalda y el hielo salió disparado de mi boca a lo largo de toda la mesa seguido de una larga bocanada de aire que di y volví a respirar, tras un abrazote de mi mamá y de mi abuelita y unas cuantas lagrimas todo regreso a la calma. Esa fue la segunda vez que la muerte “me la pellizco.”(Desde ese día jamás he vuelto a introducir un hielo en la boca que sea mayor a 2 cm) Unos 8 años después mis tíos estaban de visita en mi casa, mi primo y yo decidimos ir al cine, nuestras respectivas madres nos dijeron: No vayan va a llover y se van a mojar!!! Pero nos valió y nos fuimos, tomamos un taxi no habían pasado ni 5 min de trayecto cuando comenzó a llover, al llegar a una glorieta el carro de adelante se freno bruscamente para dar vuelta, lo que provoco que el taxi se frenara casi completamente a lo que el taxista dijo: ¡hay este pendejo! Al ir arrancando PUM, CRASH, KABOOM, KATAPLUM, CROAGHSHH, o la verdad no sé cómo escribir el sonido de un rayo, pero aproximadamente a 1 metro frente al taxi cayo un rayo, nos dejo sordos, ciegos y aturdidos por unos segundos, el taxista se detuvo completamente y nos volteo a ver con cara de ¡NO MAMES!, la luz se fue en toda la colonia, y de no haber sido por “ese pendejo” como lo llamo el taxista seguro el rayo nos hubiera hecho caca. Esa fue la 3ra vez que la muerte me quería agarrar de las nachas pero me voltee rápidamente. Unos 8 años después mientras iba manejando en la autopista, se reventó una llanta de mi carro, lo que hizo que la estabilidad del carro se perdiera, espejee rápido para ver si algún carro se estrellaría contra mi, pero afortunadamente la autopista en esos segundos se puso desierta y ningún carro me impacto, me orille y comenzaron a pasar carros y carros y carros, me dio risa y comencé a cambiar el “neumático.” Esa fue la cuarta vez que la flaca paso a saludarme pero yo no estaba en casa. Me he dado cuenta que cada 8 años aproximadamente estoy a punto de morir, si es así la siguiente visita será en unos 5 años y medio jajajajaja aquí estaré para burlarme de ella una vez más… espero, porque aun quiero vivir muchas cosas más que no he vivido.